Caballo arabe

Este podría ser el padre o el que dio origen a todas las especies de caballos pura sangre a nivel mundial, por eso es sin duda el más antiguo y absoluto entre todos los otros y ha sido una gran influencia biológica para los demás equinos.

Características del caballo arabe

El caballo árabe es un ejemplar altamente resistente, la forma de su cabeza es única, no se asemeja a la de ningún otro caballo, debido a que sus ollares son muy grandes y sus orejas son muy pequeñas.

Su crinera y su cola poseen una suavidad casi idéntica a la seda. Una de sus cualidades corporales más llamativas resulta ser el ahogadero, o sea, el ángulo que está entre la cabeza y el cuello el que le permite girarla con total facilidad en todas las direcciones que necesite.

Su alzada o altura idónea oscila entre los ciento cuarenta hasta los ciento cincuenta centímetros.

Historia y origen

El origen de este caballo no puede definirse con total claridad pues la mayoría de las informaciones están basadas en tradiciones orales, mitos y diferentes realidades que se entrelazan; quizás se debe a la antigüedad del animal lo cual crea un sinnúmero de dudas acerca de lo que realmente fue.

La historia del caballo árabe data desde el siglo VII durante la conquista musulmana iniciada por Mahoma y en su llegada a España en el año 1715 se cree que fue donde se propagó la reproducción y la mezcla del pura sangre con los otros nativos.

Se dice también que este antiguo caballo vivió en la península arábica, algunos afirman que desde 2,500 A.C y por supuesto los de esa época no son iguales a los ejemplares de ésta porque él es el único que permanece totalmente puro (aunque se haya utilizado para los cruces evolutivos ya mencionados) y esa es la razón por la cual sus crías necesitan unos cuidados y atenciones mucho más especiales que los del resto.

Existe una hipótesis clásica religiosa que dice que desciende de los caballos de Ismael, hijo de Abraham, Dios le obsequio a éste cien caballos que salieron del mar y se quedaron a vivir en los alrededores de la Meca de donde Ismael los toma, los adentra en un corral y los capacita para la cría y la doma, siendo el primer hombre en montar un caballo y amaestrarlo, todo esto está escrito en el siglo IX.
Otro escrito con alusión religiosa dice que desciende de un caballo del rey Salomón que regaló a la reina de Saba y que fue cruzado con dos grupos de yeguas diferentes, primero fue cruzado con yeguas de la tribu de Wabar, descendientes de Umán, hijo de Lud, hijo de Sem, hijo de Noé y que según la historia ésta familia era poseedora de las yeguas más antiguas y puras de esas tierras porque procedían desde los tiempos del diluvio el otro grupo de yeguas eran pertenecientes a Ismael, ya antes mencionado, lo que nos lleva quizás a una ligera contradicción histórica religiosa.

Un poco más cerca de esta era, se consideró que el caballo arabe procede de pura sangres salvajes, rápidos y muy ágiles que viven en los desiertos arábicos desde Siria hasta Egipto.

Algunos estudios más recientes han intentado basarse en realidades arqueológicas diciendo que el origen del caballo arabe está en el norte de Mesopotamia, teniendo pruebas y cálculos que avalan dicha hipótesis.

Utilidad del caballo arabe

Aunque se presume que antes de ser domesticado vivía como cualquier animal salvaje en libertad desértica y feliz, su utilidad ha sido siempre la misma y la más básica: doma, monta, ganadería.