Caballo Gallego
Los caballos son ejemplares realmente impresionantes que logran ganarse el corazón y el cariño de los humanos, puesto que son animales realmente nobles, llenos de ternura y con una fortaleza enorme, por lo que suelen responder ante el calor y el cariño humano gracias a que son animales capaces de tener instintos de protección que les llevan a cuidar de sus dueños, aunque uno de los caballos más resaltantes es el Caballo Gallego o Caballo de Pura Raza Gallega.
¿Cuál es el Caballo Gallego?
El caballo gallego o caballo de pura raza gallega es un maravilloso ejemplar que se denomina así oficialmente por ser un subtipo de la raza de los caballos Equus Caballos, la cual es una raza fácil de reconocer por poseer ciertas particularidades como lo es su pequeño tamaño, así como también es una raza reconocida por ser la única raza equina autóctona que se ha conocido en Galicia, España.
Características de los Caballos Gallegos
Los hermosos caballos gallegos son una raza que se caracteriza por poseer un temperamento dócil cuando es criado bajo la influencia humana, así como suele admirarse por tener un perfil recto, proporciones sublongilíneas y una cabeza de frente ancha y plana con mucho tupé.
Es una especie que posee hermosos ojos expresivos, labios gruesos, abdomen redondeado, cascos pequeños pero fuertes, extremidades finas, cortas y realmente fuertes y poseen una melena suelta con pelos fuertes y gruesos de color castaño o negro.
Historia del Caballo Gallego
El caballo gallego es una hermosa raza que a finales del siglo XX estuvo entre los animales que se encontraban en peligro de extinción, por lo que surgió la creación de un programa en el cual que procuró la recuperación y la preservación de esta hermosa raza que obtuvo muy buenos resultados, puesto que a finales del año 2007 la población de los Caballos Gallegos tuvo un aumento que llegó casi hasta los 1300 ejemplares.
Anteriormente, estos caballos eran utilizados por guerreros, puesto que los mismos eran montados junto a sus crías por dichos guerreros y también por petroglifos de Viladesuso, y generalmente eran vistos tirando de los carros en Campo Lameiro y en Sierra de A Groba durante la edad de bronce, es decir, entre los años 2500 antes de Cristo y los años 2000 antes de Cristo.
Sin embargo, otras teorías arrojan que el origen de los caballos gallegos se remonta a los pueblos celtas, los cuales llegaron al norte de la península ibérica entre los siglos VII antes de Cristo y el siglo VI a. C, por lo que los pueblos celtas fueron los responsables de introducir a este maravilloso espécimen que contaba con una cabeza pequeña, así como con orejas cortas, un cuerpo fuerte y un pelaje basto de colores oscuros, quienes fueron utilizados durante la época medieval de la Reconquista para actividades colonizadoras de los monasterios que se establecieron durante el siglo X y el siglo XI, aunque era una raza con mucho reconocimiento gracias a que resistía las diferentes condiciones ambientales, así como también la intervención del proceso de mestizaje, dando origen a las diferentes razas que se extienden a lo largo de la fachada atlántica europea, iniciando en Portugal, pasando por Escocia y finalizando en Islandia.
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