Cuando los niños piden una mascota: Un gran paso

Tener una mascota en casa es sinónimo de responsabilidad para todo el grupo familiar; una mascota exige una serie de cuidados que no todas las personas están dispuestas a suministrar, por lo tanto, cuando los niños piden una mascota, los padres deben explicarles todo lo que implica dar este paso.

Si a los padres también les gustan los animales, todo va de maravilla, pero si no les gusta, se pueden presentar algunos inconvenientes que pueden crear conflictos entre los miembros de la familia.

Vamos a partir del hecho de que los padres si sienten afinidad por los animales, que el paso de explicar a los chiquillos de la casa la responsabilidad que exige la mascota en casa ya quedó clara y fue entendida y aceptada por ellos.

Cuando los niños piden una mascota y los padres aceptan, los chicos han entendido su participación activa en los cuidados. Tan pronto como la mascota llega a casa (cachorro o no) los padres deben realizar un cronograma de actividades escrito que debe estar colgado en un sitio visible y accesible para los niños. En ese cronograma se deben detallar los horarios de comida y paseo de la mascota, los días de aseo e higiene, los días de visita al veterinario, los horarios de juego con el animal y el horario de descanso del mismo. Todos deben comprometerse a cumplir con el cronograma para que la convivencia sea placentera para todos.

Estudios e investigaciones recientes han indicado que la interrelación de los niños con sus mascotas permite que éstos se desarrollen como individuos seguros de sí mismos y con una autoestima elevada. Por otra parte, una mascota crea responsabilidades que van a servir el resto de sus vidas. Así que si no sabe que hacer  cuando los niños piden una mascota, no les niegue ni se niegue el placer de compartir su vida con un ser que le va a amar y le será leal por siempre.