Mascotas raras: Las más curiosas de todas

Cuando se habla de mascotas, todos nos imaginamos un perro, gato, conejo, hurón, perico, pájaro y hasta una culebra, pero nadie podría imaginarse que una persona comparte su apartamento con un lagarto africano, verde y negro de 2 metros y que, además, lo tiene suelto por toda la casa.

Para las mascotas, al igual que para todas las cosas, existe todo tipo de público, por eso, las mascotas raras también tienen un público exclusivo. Que un animal sea poco común o que presente alguna condición física que lo hace ver distinto son las principales razones para llamar “rara” a una mascota.

Existen personas que podrían llamarse excéntricas, o simplemente son personas con gustos distintos, cuyas preferencias de mascotas difieren de la de muchas otras. Por este motivo, prefieren compartir su hogar con un caracol, un castor, un león, un gorila, un oso hormiguero, un erizo, un marzupial o hasta con una serpiente de dos cabezas.

Las mascotas raras no necesariamente son salvajes y violentas, se supone que nadie va a arriesgar su vida por mantener una convivencia con un animal que le puede hacer daño o la puede matar; generalmente son mascotas que están domesticadas y pueden convivir con algunas personas y su cuidado, alimentación e higiene. Es decir, no se diferencia de tener un perro o un gato en casa.

Lo más importante cuando se posee este tipo de mascotas raras es brindarles la alimentación que requieren dependiendo de su edad, condiciones físicas y actividades. También es fundamental llevarlos al especialista con la frecuencia adecuada, realizarles la higiene que requieren en cuanto a baño, corte de uñas, limpeiza de orejas y cualquier otro aseo conveniente, mantenerlos en el hábitat que necesitan con las condiciones más parecidas a su medio natural, realizar con ellos la actividad física especial y conveniente y darles el cariño y la atención requerida. En otras palabras, es importantar ser muy responsables con su bienester,