Perro lazarillo o perro guía

Es normal y hasta es aceptable que muchos humanos no conozcan a los perros guías por el término de Perro Lazarillo, pero eso es precisamente lo que son: perros guías.

Los perros Lazarillos son amaestrados para servir a los seres humanos que tienen alguna discapacidad como la ceguera, por ejemplo, y así los ayudan siendo un auxiliar visual o de movilidad.

Su cuidadoso entrenamiento en los centros especiales de enseñanza canina los capacita para que puedan asistir a las personas discapacitadas ofreciéndoles protección, conduciéndolas por las calles o ayudándolos en los oficios diarios del hogar.

Estos perros poseen una estupenda capacidad para advertir los peligros que puedan presentar barreras arquitectónicas para el dueño; es por eso que son llevados con una correa o arnés para que sea él quien dirija el paseo evitando los obstáculos que podrían dañar o herir a su compañero.

Además, una de las facetas más importantes de su entrenamiento es lo que se conoce como desobediencia inteligente, lo que le permite actuar de manera contraria a la instrucción de su dueño si el animal se percata de que puede resultar dañina y se negará a cumplir con la orden sin ningún tipo de agresividad.

El perro lazarillo es un animal vigoroso y con un gran instinto servicial, existen actualmente leyes aprobadas por las diferentes autoridades autónomas que permiten a las personas que cuentan con el servicio estos perros guías el derecho de acceso a cualquier espacio de uso público.

Las razas que se utilizan comúnmente para dicha labor debido a su carácter sosegado, calmado y paciente son:

• Labrador
• Golden retriever
• Pastor alemán

Historia, adiestramiento y características del perro lazarillo

Lazarillo es el diminutivo de Lázaro, su uso en este tema proviene de la gran y un tanto controversial novela anónima Lazarillo de Tormes que fue escrita en el siglo XVI.

En esta novela se cuenta la historia de Lazarillo quien era el guía y acompañante durante los paseos matutinos de su tío, un hombre que a causa de una enfermedad patológica quedó ciego repentinamente.

La obra causó tal admiración a nivel mundial que sirvió de inspiración a otros artistas como el gran Francisco de Goya quien realizó una pintura y la nombró igualmente “Lazarillo de Tormes”.

Desde entonces es asociado el título de Lazarillo con dicha labor de servir al prójimo, aún en estos tiempos modernos se puede apreciar a personas que padecen ceguera o cualquier otra discapacidad motora con uno de estos fieles acompañantes andando a su lado para así poder desplazarse en las calles sin ningún inconveniente pues sirven tanto para su desplazamiento como para su seguridad.

Existen algunos documentos antiguos que relatan historias de casos muy específicos de perros ayudando a personas discapacitadas situándolos a principios del siglo XIX y se han encontrado otros escritos de antigüedad que afirman que desde hace siglos se utilizaban perros para ayudar a personas enfermas o ancianas.

Todos esos papeles apuntan al doctor alemán Gerhard Stalling quien fue el precursor del perro lazarillo como hoy en día es conocido, esos hechos ocurrieron durante la primera guerra mundial mientras el doctor Stalling se ocupaba de atender a los combatientes heridos que regresaban con lesiones oculares debido a los gases venenosos que utilizaban en el campo de batalla.

Se dice que en una ocasión específica iba a pasear con uno de los pacientes afectados por los alrededores del hospital donde ejercía y los acompañaba su perro, andando los tres por esos jardines.

Se presentó una situación en otro lugar donde se ameritaba la presencia del médico y se fue dejando a su perro con el paciente para que le hiciera compañía, cuando al fin regreso, se percató de que ninguno de los dos estaban donde los había dejado en su espera.

El perro y el paciente continuaron con el paseo juntos y eso fue lo que despertó su interés en crear la primera escuela especializada en el adiestramiento de los perros guías.

Hay otra historia mucho más actual donde el mundo animal es el protagonista, se trata de un Perro Lazarillo de otro perro que perdió la vista en un accidente, su nombre es Madddison y es quien se convirtió en los ojos de Lily que perdió la visión al ser atropellada cuando era sólo un cachorro.

El accidente le dejó daños muy graves en los globos oculares y progresivamente se deterioraron lo que obligó a los médicos veterinarios a extirparle los ojos dejándole pocas esperanzas de vida, es entonces cuando entra Maddison en el juego y cambia totalmente las fichas.

Fueron criadas juntas y según cuentan algunas fuentes, Lily desarrolló un instinto para detectar la presencia de Maddison en su entorno, esta particular pareja se ha vuelto inseparable, mientras Maddison sirve de orientadora y empuja suavemente a su compañera en la correcta dirección que debe seguir, es en definitiva una historia de solidaridad que todos los seres humanos debemos tomar como ejemplo para ayudar a los otros habitantes en este mundo.

Adiestramiento del perro lazarillo

El adiestrador estará siempre disponible para responder ante cualquier duda o necesidad que se le presente al dueño.

Los trabajos básicos para los que se entrena a un Perro Lazarillo son:

• El uso del arnés: es importante ya que funciona como un canal de comunicación entre ambos y deben estar bien posicionados para que puedan moverse de forma segura.
• Andar en línea recta: es un principio que facilita una movilidad independiente y segura.
• Trabajo con bordillo: el perro guía marcará la presencia del bordillo mediante un acercamiento preventivo para evitar posibles caídas de su compañero.
• Trabajo con obstáculos: durante el entrenamiento se acostumbra a la presencia de su dueño hasta sentirlo como una prolongación de sí mismo para que en los paseos deje el espacio suficiente para los dos.
• Atentos en el tráfico: se les enseña las conductas que debe seguir ante esta situación. En esto influye la desobediencia inteligente.
• Las órdenes de dirección que se le enseñan son: a la derecha, a la izquierda, atrás, avanza.
• Las órdenes de auto-control son: no, deja, calla, mal y se utilizan para el control de acciones específicas como esperar, alguna distracción o por la mala concentración.

Todas las órdenes deben ir acompañadas con gestos del cuerpo, es bueno utilizar manos, pies y reforzar su interpretación con incentivos como alguna galleta, las demás órdenes útiles dependerán de las actividades cotidianas que realice el dueño como ir a trabajar, una visita familiar o la toma del bus o el metro.

Antes de adquirir un perro guía es necesario evaluar la tensión y la compatibilidad que se genere entre el animal y el futuro dueño pues además de ser compatibles, la tensión ha de ser equilibrada para que la labor del Lazarillo no tenga errores y no presente ninguna dificultad, de lo contrario el estrés se propagará tanto en el perro como en el dueño ocasionando frecuentemente situaciones incómodas entre los compañeros.

El entrenamiento continuará en casa, por ello es de suma relevancia saber que no se debe jugar con pelotas con el Perro Lazarillo pues hacer eso despertará su instinto de caza. Además se le debe enseñar a ser limpio y afectuoso.

Es bueno para ellos también que desde temprano se le muestren ambientes diferentes para evitar distracciones. Debe continuar su adiestramiento pues si no continua olvidará su labor.

Características

El tamaño del perro Lazarillo varia según la raza, sexo y edad.

Si es Labrador el color de su pelaje puede ser dorado claro, casi blanco, negro o color chocolate, son de pelo quieto y fuerte.

Es un animal inteligente, sociable y puede adaptarse a cualquier ambiente o situación que se presente.

Si es Golden retriever su pelo es dorado y suave, es sensible, con iniciativa e inteligencia.

Si es Pastor alemán su pelo es de dos colores: negro y marrón, son dinámicos, inteligentes y decididos.

Sea cual sea la raza que se elija para ejercer de guía tendrá entre sus características un deseo incansable por agradar al hombre, la responsabilidad, la persistencia, el esfuerzo ante cualquier tarea, una gran capacidad de iniciativa y resolutiva, una capacidad de adaptación a todo tipo de entornos, la inteligencia y la empatía.