El toro de lidia
El toro de lidia pertenece a la rama de los animales de ibérica de vacunos. Esta es una raza autóctona creada por el hombre a partir de la selección, así como el cruzamiento y la consanguinidad, a partir del ganado bovino español.
Son animales gregarios que hayan la seguridad en su manada. Por otro lado, el toro bravo desciende del uro o toro salvaje de la Edad Media, que es de suma abundaba en toda Europa.
Se ha estudiado que existen diversas castas dentro de esta raza en especifico, entre las que están o destacan: la casta de Navarra, la de Jijona, la castellana, andaluza, cabrera, vazqueña, vista-hermosa y atanasio-fernandez.
Toro de lidia, todo sobre el
En el mundo de la lidia el toro se clasifica debido a su trapío, que es el conjunto de rasgos externos, actitudes y reacciones observables a simple vista. La vida media en libertad de un toro es de un aproximado de veinte años, mientras que en el circuito de la ganadería y la tauromaquia su vida se reduce a solo seis.
Estos son animales que se caracterizan por unos instintos atávicos de defensa y por ser muy temperamentales, así como poseer una cornamenta hacia adelante y un potente aparato locomotor.
A diferencia que otras especies dentro del ganado doméstico, los toros de lidia son diferentes ya que presentan características más cercanas a un bóvido salvaje, con una genética que hace a esta especie única.
La selección genética del toro de lidia se remonta a los siglos XV y XVI en la provincia de Valladolid en España. A su vez el toro bravo desciende del uro o toro salvaje de la Edad Media, que abundaba en toda Europa.
Al paralelo con esto comenzaron a desarrollarse ganaderías en otros lugares y localidades de España. Andalucía se puso a la cabeza en la cría de toros, si bien también tuvieron su importancia los que se criaron a orillas del Jarama, los llamados Jijones de Villarrubia de los Ojos, los navarros y los aragoneses.
Fue ya en la segunda mitad del siglo XVII cuando las vacadas de toros bravos empezaron a organizarse finalmente, aunque todavía sin fines claramente comerciales.
Tuvo que pasar un siglo más para que el espectáculo taurino cobrara un auge y aparecieran las ganaderías orientadas claramente a los espectáculos taurinos ya con fines comerciales.
Así pues, el toro actual puede considerarse el resultado del trabajo de selección efectuado desde el principio del siglo XVIII mediante la prueba de la tienta a fin de elegir para su reproducción los ejemplares en los que concurrieran determinadas características, aquellas que permitieran el ejercicio de la lidia.
Todo esto quiere decir que, la sucesión de suertes que se ejecutan en las corridas de toros desde que el toro sale al ruedo hasta que, una vez que el diestro le ha dado muerte, es arrastrado por las mulillas.
Toro de lidia cosas que no sabías de él
Es importante resaltar que a parte de la búsqueda de mayor cantidad de carne y producción de leche, se ha buscado la bravura que se presentan en estos animales por la herencia de tauromaquia española.
Después del nacimiento, y antes del destete dado, el becerro vivirá ocho o nueve meses alimentado y protegido por su madre. Pero dado que su madurez sexual se produce a los 16 meses aproximadamente, poco después del año se separan efectivamente los machos y hembras, que, a partir de ese momento, vivirán en cercados diferentes.
Las diferentes edades que comprenden se denominan con nombres específicos: añojos (para un año), erales (para dos años), utreros (para tres años), cuatreños (para cuatro años) y cinqueños (para cinco años).
En las manadas de toros de lidia se establece una rigurosa jerarquía. Se denomina “mandón” al toro dominante y que maltrata a los demás de la manada. Con cierta frecuencia, este jefe mandón es desafiado por otro miembro de la torada o de la manada para arrebatarle el liderato, produciéndose violentas peleas entre sí.
El toro que es derrotado se denomina “abochornado” y es atacado y perseguido por el resto de la manada, quedando apartado de la misma y volviéndose irascible y muy peligroso.
Cabe resaltar que dado que los toros no tienen acceso a las hembras de su especie, se montan unos a otros para mitigar su apetito sexual. En cada torada acostumbra a haber un toro más débil o tímido que el resto, al que procederán a montan los demás.
Hay que mencionar que es una creencia extendida que a los toros supuestamente les altera de alguna manera el color rojo. Esta creencia es totalmente falsa, como también lo es que estos animales vean en todo en blanco y negro.
En realidad los toros cuentan con visión que es dicromática específicamente deuteranopía, es decir, tienen la capacidad de descomponer el espectro luminoso en dos componentes esenciales, y según la cantidad de cada uno son capaces de diferenciar los diferentes colores pero si carecen de los fotorreceptores retinianos del color verde.
En realidad, a los toros no les altera el rojo, si lo ven, pero no les crea una conducta agresiva, cuando cargan contra el capote, cargan en contra del movimiento.
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